FRIGORIFICO RIOPLATENSE: CRÓNICA DE UN TRIUNFO SINDICAL DESDE ABAJO

[FM Riachuelo, 27/11/2021] En el día de ayer, los trabajadores y las trabajadoras del histórico frigorífico de Pacheco eligieron a la Lista Roja encabezada por Carlos Zerrizuela para conducir la Comisión Interna de la empresa los próximos años. 

Compartimos una crónica sobre este hecho publicada por el propio Zerrizuela. El relato da cuenta de las prácticas empresariales contra la organización gremial combativa y refleja, al mismo tiempo, la tenacidad de los militantes sindicales cuando se disponen a construir una herramienta para la verdadera defensa de los trabajadores:

«Si hubo algo novedoso en la elección de delegados del jueves de la semana pasada en el Frigorífico Rioplatense, fue la presencia en la apertura y cierre del escribano de la empresa Boló Bolaños, al que estamos más acostumbrados a verlo cuando hay medidas de fuerza o elaborando actas para los juicios contra los delegados, que en un evento exclusivo de las y los trabajadores y nuestro sindicato.

Desde ese momento nos dimos cuenta que, por fuera de todas las señales, los Costantini- Lucas- Flores creían realmente que la LISTA ROJA iba a perder la elección por un supuesto cansancio y disgusto de las y los laburantes. Convencidos de que era el momento de barrer a los zurdos, llegaron a pagar las dos horas extras desde el final de la jornada y el inicio del acto electoral, y 60 desayunos, para que se queden los operarios de limpieza y mantenimiento del turno noche, creídos que la mayoría irían a votar a la lista favorita de la empresa. Cuando arrancó la votación y vimos la fila de estos compañeros, sabíamos que la mayoría votaba a la LISTA ROJA. El resultado final (272-136-57) no dejó lugar a dudas: con el doble de votos sobre la lista que salió segunda y casi ochenta más sobre las dos listas contrarias juntas, lo más probable es que nos haya votado la mayoría en todos los sectores del frigorífico.

Si bien todo indicaba de antemano lo que finalmente sucedió, la seguridad que mostraba la empresa y sus satélites nos hizo pensar sobre la posibilidad de que intentaran imponer un falso resultado. Todavía recordamos el plebiscito trucho de 2011 y la presencia de barrabravas de Chacarita, cuyo jefe Batata Apolonio se había mostrado dentro de la planta días antes en compañía de los burócratas del sindicato. Por eso resolvimos dar el alerta planteando el riesgo de fraude. Ante esto, la empresa decidió participar directamente para que su escribano eventualmente certifique, a la par de las autoridades de mesa, el triunfo de los candidatos de su preferencia y neutralice la denuncia de fraude que supuestamente hubiéramos hecho si perdíamos, revelando su error. ¿Pero porqué creyeron tan firmemente en la posibilidad de una derrota nuestra en la urna?

Desde que cualquier persona entra a trabajar al Frigorífico Rioplatense se le dice que debe esquivar a los delegados. Más de una vez han perseguido a compañeros/as por el sólo hecho de sacarse una foto con nosotros y publicarla en sus redes sociales, con advertencias y hasta sanciones. Hay gente del frigorífico que evita compartir o comentar nuestras publicaciones porque es sabido que son vistas y analizadas por los vigilantes de la empresa. Así las cosas es lógico que ante la consulta sobre el voto muchos hayan contestado lo que los alcahuetes querían escuchar. Sin embargo esa circunstancia no tiene efecto en la conciencia de la mayoría que valora nuestro compromiso, y que llegó a ponerse al hombro la campaña alentando el voto a la LISTA ROJA, convenciendo a las y los indecisos. Si bien es algo recurrente en cada elección, nunca había sido tan intensa la actividad de los “viejos” compañeros que querían asegurarse el apoyo de los “nuevos” para la continuidad de esta experiencia de lucha y organización.

Por eso cuando se contaron los votos, las caras largas no eran solamente de los que perdieron ese día sino también de los que levantan la vieja política que hemos frenado entre todos y hace tiempo, pretendiendo estar “cambiando la historia” cuando en realidad no hacen más que querer volver al tiempo en que lo único que se escuchaba era la voz de la empresa y sin chistar, cuando había lista única en las elecciones de delegados y si alguien quería presentarse en contra lo echaban. Los mismos que cacarean cuando hacemos los reclamos, responsabilizándonos de los descuentos patronales, pero nada dicen de los arreglos de esa misma patronal con las burocracias sindicales y los gobiernos de turno que nos han rebajado el salario real durante los últimos años. Los que sí sienten la libertad de repetir el verso de la patronal y los vendidos del sindicato a los cuatro vientos para recibir las palmaditas agradecidas de los explotadores.

Pero el jueves pasado se demostró que el cambio real sigue, y la alegría en general que percibimos los días siguientes no quita la seriedad del compromiso asumido desde hace 13 años: queremos cambiar la historia en serio y no como verso de campaña, porque más allá de las tareas puntuales y la representación en el frigorífico, la gente también nos votó para recuperar el gremio y tener el apoyo que hasta ahora se nos negó. Siempre traemos el recuerdo de las peleas que hemos dado y las conquistas obtenidas, pero nuestro mayor logro será el de poner en pie la LISTA ROJA que encarne este deseo de las y los trabajadores, y se extienda como lo está haciendo en la mayoría de los mataderos de nuestro Sindicato Capital. Los que nos acusan de hacer política, tienen razón, por eso ganamos otra vez. Por hacer política de y para la clase trabajadora.

¡Gracias por el apoyo!«

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