
[FM Riachuelo, 21/3/2022] En el mes de la memoria, a 46 años de la dictadura más sangrienta que vivió nuestro pueblo, desde el Encuentro por la Memoria La Boca-Barracas se realizaron diversas actividades para recordar y homenajear a nuestros luchadores, como jornadas de poesía, pintada de pañuelos en homenaje a la lucha de las madres, encuentros y charlas. El viernes pasado concluyó la semana con la tradicional Marcha de las Antorchas.
Después de dos años en los que no se pudo marchar a causa de la pandemia, este año el barrio volvió a encender sus antorchas. La concentración tuvo como lugar de encuentro la calle Olavarría y las vías, convocada por el Encuentro por la Memoria La Boca-Barracas. Diversas organizaciones del barrio se hicieron presentes para movilizar en unidad por Regimiento de Patricios, avenida que conecta ambos barrios.
Durante la marcha, se levantaron las banderas de los 30.000 compañeros desaparecidos durante la última dictadura cívico militar, a los luchadores populares de nuestro barrio y a los pibes asesinados en democracia por las fuerzas policiales. En las distintas paradas se fueron contando las historias de compañeros desaparecidos.
La caminata arrancó por la calle Lamadrid. Cada columna flameaba sus banderas, mientras el eco de los cantos de Memoria, Verdad y Justicia resonaba en los conventillos. Así se dio lugar a la primera parada de esta caminata, en Av. Patricios y Lamadrid, donde está ubicado el Ministerio de Justicia y Seguridad.
Roxana Cainzos, referente del Merendero Madres Sembrando Conciencia, expresó la continuidad de esta lucha histórica en nuestros tiempos, alzando la memoria los pibes y compañeros caídos en democracia: “Debemos crear conciencia para transformar este poder judicial que no nos representa y su brazo que son las fuerzas de (in) Seguridad, que condenan nuestros pibes de las barriadas y dejan impunes los asesinos: como Luciano Arruga, Kiki Lezcano, desaparecidos en democracia por no querer robar para la policía; Nehuén Rodríguez, asesinado por la metropolitana con total impunidad; Lucas Cabello baleado dejándolo en muy mal estado de salud; Pablo Kukoc queriendo instalar la doctrina Chocobar; nuestro compañero Martín «el Oso» Cisneros, asesinado en el 2004 por un sicario al servicio de la policía de la 24, por organizarse y luchar por nuestros pibes, al igual que Maximiliano Kosteki y Darío Santillán que nos enseñaron con su lucha y organización a mantenernos de pie para mejorar la vida en nuestros territorios. Nunca más que asesinen nuestros pibes. Nunca más falte educación e inclusión de nuestros jóvenes. Nunca más”.
Nuestro barrio es un barrio de resistencia, lucha y construcción de un mundo donde valga la pena ser vivido. La figura del Oso Cisneros es una de las expresiones y ejemplos de esta lucha. Así lo recordaba Mario González, histórico militante del Movimiento Popular Los Pibes: “Es un homenaje a los 30.000 y a grandes militantes del barrio de La Boca como Martín Oso Cisneros que dio la vida por un mundo distinto, recordarlo a días de su cumpleaños es el mejor homenaje que se le puede hacer”.
Bajaba la luz del día y la Avenida Patricios se plagaba de militantes del barrio con sus antorchas encendidas y sus cantones de lucha. Entonces se llegó a la Avenida Martín García, donde se leyó un documento que dio cierre a esta jornada por la memoria, un motor para continuar con ese hilo histórico de lucha y resistencia de un pueblo que no olvida a sus luchadores.
A Continuación Compartimos el Documento.
ENCUENTRO POR LA MEMORIA DE LA BOCA Y BARRACAS
MARZO 2022
Los dos (2) últimos años que atravesamos en pandemia las organizaciones que formamos el Encuentro por la Memoria de La Boca y Barracas, nos vimos obligadas a sembrar pañuelos y plantar memoria. De esta manera, junto con los Organismos de Derechos Humanos (DDHH), buscamos recuperar la historia, desafíos, sueños, anhelos y proyectos colectivos que, durante la etapa más oscura de nuestro país, los sectores dominantes pretendieron arrancarnos mediante la detención, el secuestro, la tortura, el asesinato y la desaparición de nuestros y nuestras treinta mil (30.000).
Los dos (2) últimos años las compañeras y compañeros de nuestros barrios nos dimos a la tarea de organizarnos para conseguir y distribuir alimentos; garantizar los dispositivos de testeo; crear un protocolo sanitario para barrios populares y viviendas multifamiliares; asistir a las vecinas y vecinos desocupados; facilitar el acceso a los contenidos educativos, reemplazando la falta de conectividad con apuntes, libros, fotocopias y celulares; enfrentar los desalojos que continúa siendo una amenaza para las familias que no acceden a un techo digno, y promover las postas de vacunación que nos permiten juntarnos hoy para volver a marchar.
Entendemos que las condiciones de desigualdad se han agravado con la pandemia. Siguen haciendo falta políticas públicas que aborden de una manera efectiva e integral los problemas.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires decidió que su política pública en el Sur de la Ciudad sea el abandono; el llevarse puestas la democracia participativa, las instituciones de nuestra comuna y el voto popular, y la privatización de la tierra pública para fomentar proyectos de especulación inmobiliaria.
Dentro de pocos días se cumplen cuarenta (40) años de la confrontación bélica de las Malvinas y el Atlántico Sur. Este momento nos permite volver a pensar que aún estamos empeñados en una lucha por recuperar nuestra Soberanía. La última dictadura cívico-militar nos llevó a retroceder en nuestros derechos como Nación. El proyecto económico neoliberal nos entrega de pies y manos a los capitales trasnacionales; clausura el proyecto nacional industrializador, y nos vuelve a colocar en el mercado mundial como simples productores de materias primas.
La última experiencia neoliberal de 2015-2019 nos volvió a condenar a los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los organismos multilaterales.
Este año, volvemos a marchar. Recuperar la calle es la herramienta que la militancia tiene para hacer frente a la desidia. En la calle, los barrios recuperamos nuestra historia de solidaridad, organización y compromiso, y allí la memoria del pasado se conecta con el presente. SOMOS PARTE DE UNA LUCHA QUE CONTINÚA.
Hoy podemos gritar que no nos han vencido. Las compañeras y los compañeros caídos en la construcción de una Patria Grande, Justa, Libre y Soberana están presentes en las nuevas generaciones que se suman a militar para transformar la realidad y construir memoria.