
[FM Riachuelo – Al Gran Pueblo Salud 16/05/2018] Editorial del programa Al Gran Pueblo Salud del 14 mayo.
Ni números reales, ni golpe cambiario, ni megadevaluación. Ninguna de estas palabras…
No se le devolverán dólares a quién nunca tuvo dólares. Para quien tiene trabajo, salarios cada día más bajos con precios y tarifas cada día más altas. Aumento de los excluidos, que si se inventan para sobrevivir un trabajo, les dicen informales.
¿Hemos perdido la inocencia? Tal vez seamos muy fáciles de convencer, pero los hechos, lamentablemente con su mayor crueldad, nos hacen recuperar la memoria.
No ha pasado ni una generación de argentinos, que no hayan estado afectados por las políticas del FMI. Desde 1956 la argentina suscribió 21 acuerdos con el FMI: 18 de derecho de giro, 2 de facilidad extendida y 1 de complementación de reservas. La verdad es que la argentina no pudo cumplir ninguno de los acuerdos que firmó. Cuando se hace un recuentro de esa larga lista el resultado que uno se encuentra siempre es el mismo, el fracaso.
Lo saben los niños de los parajes más alejados de las grandes ciudades. Lo saben las madres y mujeres que salieron a trabajar sin descanso cada vez que la plata no alcanzaba para hacer sabroso y completo el guiso. Lo saben los estudiantes que cargan la sube y llevan la vianda para ahorrarse el gasto en el bar, lo saben los habitantes del sur de la ciudad y el conurbano que no conocen ni el centro, ni las luminarias de los teatros por que la plata hay que estirarla para pagar el alquiler, y que quede algo para viajar al trabajo y a la escuela. Lo sabían Rafael Nahuel, Santiago, Nehuén Rodríguez y los cientos de pibes de nuestros barrios, que no van a poder jugar a la pelota con sus amigos por que fueron asesinados. . .
La mayoría de los 43 millones de argentinos nunca tuvimos un dólar en la mano, ni viajamos a Miami a hacer compras, ni a Chile. No compramos Levacs. Sucede que el fenomenal aparato mediático, que funciona a pesar de quien sea el o la periodista que hable, nos ha convencido de ser lo que no somos.
Y así fue siempre. Entonces cuando dicen que TODOS LOS ARGENTINOS viajamos a Miami, lo creemos aunque no hayamos salido nunca de nuestros barrios. Cuando nos dicen que gastamos mucha electricidad lo creemos, aunque cada vez gastamos menos. Y peor aún: nos dicen que aumenta el transporte, pero que en realidad nos va a salir más barato viajar. O que el gobierno se ahorra 100 millones de peso de las jubilaciones y los jubilados ganan más.
En ese contexto, con el aturdimiento que significa que todo el día nos digan que las cosas no son como nosotros creemos que son… Sobreviene el golpe de gracia: LA DEVALUACIÓN DE NUESTRA MONEDA DE MÁS DEL 25% EN DOS SEMANAS. De 20 pesos que valía el dólar a 25 pesos que vale hoy.
Ante esto vemos tres respuestas: la primera son las voces de los medios masivos. Un habitual elenco de periodistas y políticos de un amplio abanico (se muestra todo muy democrático y plural) se entretienen y nos entretienen en miles de interpretaciones tratando de explicar lo sucedido, con frases que hemos escuchado hasta el hartazgo: frazada corta, corrida cambiaria, hay que bajar el gasto fiscal, ineptitud del gobierno, la herencia recibida, etc., etc.
La segunda respuesta es la del pueblo que corre de una lado a otro para sobrevivir, tratando de conseguir ya no el mejor precio, si no el precio posible de pagar, y no del dólar, si no el de los alimentos para su familia.
Finalmente la tercera respuesta es la fría, monótona actitud de todo funcionario de gobierno repitiendo: “todo está bien!”
¿De qué se trata? … ¿De excesos de antidepresivos en el mejor equipo de los últimos 50 años, o de un cinismo a prueba de balas?
Ni lo dudes. Son unos reverendos hijos de yuta. Y están haciendo lo que vinieron a hacer. ¿Se lo vamos a permitir?