
[FM RIACHUELO 11/03/2019] La última ofensiva de la derecha internacional contra la revolución bolivariana dejó a miles de venezolanos sin luz durante tres días. La maniobra busca generar caos para desencadenar una salida violenta del presidente Nicolás Maduro, sin embargo el gobierno tomó las medidas urgentes necesarias para mantener la tranquilidad en el país.
La embestida internacional y de la oligarquía local contra el proceso revolucionario en Venezuela parece no tener fin. La oposición debilitada, pero respaldada por Estados Unidos, ha procurado generar un escenario apocalíptico donde la violencia generalizada siente las bases para un golpe de estado que termine con la revolución comandada por Nicolás Maduro por mandato popular. Tanto incomoda al poder internacional dicho proceso popular, que los ataques no sólo no cesan, sino que la guerra contra Venezuela liderada desde la Casa Blanca, deja al descubierto las maniobras burdas de injerencia y sabotaje. Mientras tanto, las consecuencias las sufre en carne propia el pueblo, que viene resistiendo los ataques con organización y movilización.
Al intento de crear un gobierno paralelo desde Colombia, a cargo del autoproclamado presidente Juan Guaidó, a la puesta en escena del “Venezuela Aid Live” como estrategia para la ocupación militar ilegal, y a los intentos cotidianos de desestabilización, ahora se suma el apagón eléctrico que dejó a la población en la oscuridad total. El periodista Marco Teruggi escribió que “no resulta demasiado azaroso intuir que el objetivo del apagón era desencadenar un cuadro apocalíptico”. Y citó un artículo de la revista Forbes que sugiere la posibilidad de un cyber ataque para cortar el suministro eléctrico “la idea de que un gobierno como el de Estados Unidos intervenga a distancia contra la red de energía es bastante realista. Las operaciones cibernéticas a distancia rara vez demandan presencia significativa en el terreno, convirtiéndolas en operaciones de influencia ideales que no son reconocidas”.
Tan grotescas son las maniobras para engañar y manipular la opinión pública mundial sobre lo que sucede en Venezuela, que hasta el diario estadounidense The New York Times publicó una nota que ratifica lo que ya había anunciado el presidente Nicolás Maduro con respecto a la quema de camiones con supuestos suministros de medicamentos y alimentos: “parece que fue la misma oposición —y no los hombres de Maduro— quien accidentalmente prendió fuego al camión. Grabaciones no publicadas y obtenidas por The New York Times, así como filmaciones que sí se difundieron —incluidas tomas compartidas por el gobierno colombiano, que ha culpado a Maduro del incendio—, permitieron hacer una reconstrucción de lo sucedido. Esta sugiere que un cóctel molotov lanzado por un manifestante en contra del gobierno es el causante más probable del incendio”.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, escribió que el “tirano en Caracas bailó” mientras sus secuaces “quemaban comida y medicinas”. El propio Departamento de Estado estadounidense publicó un video en el que se afirmaba que Maduro ordenó la quema de los camiones. La oposición venezolana se refirió a las imágenes de la ayuda en llamas,reproducidas por los grandes medios en toda América Latina, como evidencia de la crueldad de Maduro. La operación mediática permitió que el discurso que construye a Maduro como un dictador inhumano, recorriera el mundo entero, aunque hoy las pruebas demuestren que la quema de camiones son responsabilidad de la derecha colombiana. Lo que queda claro es que este tipo de operaciones orquestadas desde EEUU y ejecutadas desde los medios hegemónicos de comunicación, son una herramienta clave de intervencionismo extranjero y manipulación de la opinión pública.
En Argentina (y Latinoamérica en general), las organizaciones populares siguen en alerta frente al intervencionismo estadounidense en la región. Lito Borello, Secretario de Derechos Humanos de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, habló sobre la nueva embestida y denunció que “las acciones del sabotaje que son la causa del apagón en Venezuela no solamente son reprochables y repudiables, sino que constituyen un delito de lesa humanidad”. También expresó: “creo que en toda la región nuestra americana tenemos que desarrollar una resistencia activa en el marco de una diplomacia de los pueblos que repudie y enfrente a la inhumana y salvaje prepotencia del imperialismo”. (leer la entrevista completa)
Desde Venezuela, Marco Teruggi escribió que durante estos días “la urgencia del gobierno reside en estabilizar el sistema, garantizar abastecimientos de emergencia de comida, agua, gas, para lo cual, entre otras cosas, dispuso operativos en hospitales, de alimentación, y declaró este lunes no laborable. Se puede predecir que existirán nuevos ataques para volver a generar un apagón y trabajar políticamente sobre sus consecuencias”.