
[FM Riachuelo, 23/01/2020] Este fin de semana se realiza en La Paz, Entre Ríos, un Encuentro Nacional de Pesca Artesanal. Desde la Riachuelo no sólo vamos a estar cubriendo la actividad sino que aprovechamos la ocasión para reflexionar sobre el valor de la pesca artesanal dentro de la economía popular.
La pesca artesanal, en líneas generales, es una actividad que utiliza técnicas tradicionales con poco desarrollo tecnológico y se practica en zonas costeras, dentro de lo que se llama mar territorial. La mayor parte de los pescadores y pescadoras del Río Paraná son los trabajadores excluidos de los 90 que han encontrado esta actividad como una forma de supervivencia.
Tata Villalba, pescador de la zona de Entre Ríos que estará participando del encuentro, dice “el pescador artesanal fabrica sus propias herramientas de trabajo, por eso se lo llama pescador artesanal”. Y agregó “además no pescamos en grandes cantidades, son pequeños grupos familiares que viven en la Costa del Río y pesca para poder comer”.
Sin embargo, existe un vacío legal al no haber legislación nacional que contemple esta actividad. Actualmente, en nuestro país toda la normativa se concentra es la pesca industrial y deportiva (que constituye un gran negocio para el turismo), no existe siquiera un registro de pescadores artesanales, por lo que, para la ley, no tienen ningún reconocimiento como trabajadores.
Esto lleva a que no cuentan con protección alguna frente a quienes monopolizan el acopio, el pescador queda sujeto al precio que decide el acopiador. La figura del acopiador es clave, pues es quien fija el precio y, en las pesquerías de la Cuenca del Plata en particular, el grueso de lo que se obtiene es para exportación.
Sobre este punto charlamos con Juan Carlos Sánchez del Frente Barrial Pocho Lepratti, organización a cargo del encuentro, que nos dijo “al no existir un registro uno sobrevive de manera individual con este oficio, por eso queremos que nos reconozcan como trabajadores”. También existen conflictos con respecto a las legislaciones entre provincias “donde se busca el pescado es territorio de Santa Fe y nos piden documentación que no tenemos por ser entrerrianos”.
Desde lo ambiental existen diferencias sustanciales entre la pesca artesanal y la pesca industrial. En la pesca artesanal, lo obtenido se vende en el día para el consumo directo, sin transformación. Los productos son de mayor calidad debido al menor tiempo transcurrido entre captura y consumo. Se consumen en fresco y pueden ser sometidos a sistemas de conservación tradicionales (refrigerados con hielo). Tienen bajo costo energético y bajas emisiones de CO2 (dióxido de carbono). Por esto se considera que es el sistema productivo más sostenible.
En cambio, en la pesca industrial, la producción es a gran escala: como el tiempo transcurrido entre la captura y el consumo es superior a los diez días, la conservación es química y tiene un alto costo energético y altas emisiones de CO2, lo cual genera un efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. El exceso de la pesca no sólo reduce la existencias de especies, sino que causa un fuerte impacto en el ecosistema marino. Se ha llegado ha producir depredación y agotamiento. Los Estados provinciales terminan facilitando la depredación con nula regulación.
Por todo esto se espera con muchas expectativas el encuentro en La Paz este 25 y 26 de enero, para que los mismos pescadores y pescadoras artesanales puedan generar espacios de reflexión y debate sobre la actividad y generar lazos de organización que les permita luchar por el reconocimiento de su actividad.
En Rompe el Cerco Informativo (lunes a viernes 18 horas) hicimos un informa especial: