DEUDA: HAY QUE ROMPER EL EMPATE DESIGUAL

[FM Riachuelo 14/2/2020] Algunos datos de los últimos días configuran el escenario de una de las principales disputas de poder en la Argentina en el plazo inmediato: retorno de Alberto de la gira por Europa, Misión del FMI, Guzmán en el Congreso. Mientras tanto, el poncho no aparece en la resolución cada vez más urgente de un programa social y económico a favor de los sectores populares. No alcanzan los Precios Cuidados para frenar los aumentos en los super y almacenes realmente existentes. Tampoco la tarjeta alimentaria, aunque bien intencionada, resuelve las desigualdades estructurales que rondan el problema del hambre en la Argentina.

En su nota de ayer en Pagina12, Mario Wainfeld describió con lucidez las características políticas de ese escenario: “La disparidad de poder en las tratativas de deuda se agranda porque el Gobierno debe acatar las reglas democráticas mientras que las contrapartes abusan de la fuerza y la mala fe”. Lo que hay parece no alcanzar para contrarrestar la virulencia de los poderes fácticos mundiales encarnizados con nuestro continente y sus pueblos. El resultado es esta suerte de impasse cuya persistencia es drámatica por las condiciones que padecen mayorías cada vez más empobrecidas, y que además puede ser peor. Dimos en llamar a esta situación “el empate desigual”.

¿Cómo superar esta situación? Creemos que hay que agregar un dato a la enumeración que encabeza esta nota. Sin duda el más importante para una perspectiva de un futuro posible: la visita vigilante de algunos 4 de copa del FMI suscitó una movilización masiva a lo largo y ancho del país. No solamente ganando algunos de los centros de poder de las principales ciudades, también en comedores recónditos y en asambleas barriales se discutía cómo la deuda con el Fondo amenazaba el plato de morfi que llegaba a las casas. Como a lo largo de los últimos 4 años, revivió el nervio de calle de uno de los sujetos sociales y políticos que se puso la resistencia contra el macrismo al hombro: los movimientos sociales y los trabajadores de la Economía Popular, que mientras resistían el ajuste de Macri, reclamaban Unidad y definían la agenda de Tierra, Techo y Trabajo. Ayer movilizaron para decir con claridad: “Fuera FMI. La deuda es con el Pueblo”.

Hagamos memoria corta. Pongamos en claro la potencialidad de este sujeto que, ni más ni menos, se llevó puesto el plan Macri que los poderes globales ensayaban en la Argentina. Desde el día 1 del macrismo, exigiendo la libertad de Milagro Sala, este sujeto estuvo en la calle resistiendo. Pero también desplegó una heroica resistencia contra el momento íntimo del modelo macrista: recuperando fábricas, defendiendo cada puesto de trabajo hostigado, denunciando la avanzada chocobarista en los barrios, rechazando las violencias del sistema contra las mujeres y contra los pibes, defendiendo a los comunicadores y medios populares, construyendo organización para parar la olla.

De ahí nació el impulso para echar a Macri, ahí se construyeron las condiciones para que la herramienta electoral –aunque en manos de una clase política cada vez menos representativa– coronara el triunfo de F-F. Y ahora hay que ir por el Fondo, el siguiente escollo para reconstruir la Patria, con Justicia Social para su Pueblo.

La única manera de romper el empate desigual es incorporando a la discusión –la disputa– a los protagonistas de las luchas sociales, los protagonistas de la calle. Aquellos que pueden modificar los términos del dilema político con el Fondo: solamente saldremos de esta situación trágica, a favor del Pueblo, si en vez de Fondo vs democracia institucional, instalamos la disputa como poder fáctico vs democracia popular de calles. Y desde ya, sólo posible, claro, asumiendo la decisión política de romper este empate desigual.

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