UNIDAD DE LOS TRABAJADORES POR LA SOBERANÍA EN LOS RÍOS Y PUERTOS

[FM Riachuelo, 22/2/2021] Tras el velo de la pandemia poco se disimula el ruido de una batalla cada vez más cruenta de los poderes fácticos a nivel global por el reparto de un mundo que, a los adoradores del Dios Dinero –diría Francisco–, parece quedarles cada vez más chico. En este contexto, juegan su papel los grandes medios de comunicación que, con fuegos artificiales o cortinas de humo –según sea la conveniencia de la operación de turno–, pretenden encerrar la imaginación política en un pesimismo triste y vacío de alternativas.

No obstante, por fuera de esos esquemas de la hegemonía cotidiana, se siguen desarrollando procesos de organización y de lucha. Aunque cueste recordarlo, en tiempos más que recientes los Pueblos en todo el continente le han plantado cara al neoliberalismo (Bolivia, Chile, #FueraMacri en Argentina).

Desde este ángulo queremos rescatar y considerar un hecho en la semana que pasó. El pasado jueves, tras las denuncias públicas de diversos sectores sobre el carácter entreguista del decreto 949/20 y el reclamo de construcción del Canal Magdalena con participación soberana del Estado, organizaciones sindicales nucleadas en la CTA-Autónoma y el Frente Sindical Germán Abdala de ATE y movimientos populares integrantes de la UTEP pusieron el cuerpo en la calle movilizando a la sede de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables en la Isla Demarchi de la Ciudad de Buenos Aires para profundizar esta agenda soberana.

Algunos apuntes sobre este acto ayudan a pensar lo que se cuece desde abajo y abre perspectivas de emancipación y soberanía:

No se empezó hoy. Se trata de un proceso de lucha

Entre las intervenciones de los que hicieron uso de la palabra se fue expresando una historia común, una historia de luchas: la resistencia al neoliberalismo en los 90, con cara de privatizaciones y cortes de ruta; o la más reciente resistencia al macrismo. Y así la diversidad de trayectorias expresadas en el acto –desde la militancia sindical en el Estado, hasta las luchas piqueteras o más recientes de la llamada Economía Popular– entrelazaban elementos que se volvían comunes: los padecimientos, la calle y la movilización popular, la soberanía, y que la urgencia de construir un futuro digno para los trabajadores y trabajadoras está en manos del movimiento popular.

“Esta es nuestra lucha, tratar de revertir la entrega constante de los 90 a esta parte de los ríos y los puertos. Hay más de 70 puertos privados. Sacan lo que quieren y no queda nada en el país. Queremos poder controlar eso”, arrancó Oscar Verón, referente de ATE Vías Navegables, denunciando que el vaciamiento del organismo durante el macrismo aún no se había logrado revertir.

A su turno en el cierre del acto, Lito Borello, Secretario de DDHH de la UTEP y Coordinador del Movimiento Popular Los Pibes, también dio cuenta de la historia compartida de los que hoy se encontraban para exigir la soberanía de los ríos y puertos de la Argentina: “Hoy estamos acá porque hubo un Pueblo decidido a salir a la calle para enfrentar la peste amarilla. No se dudó un solo segundo, desde que asumió el neoliberalismo, en estar en la calle enfrentándolo. Da alegría estar hoy acá con quienes construimos codo a codo las condiciones para que Macri se vaya de la Rosada”.

 

El movimiento de trabajadores y una agenda de fondo

Una historia de luchas compartidas va trazando los contornos de un sujeto histórico y político, dispuesto a plantarle cara a los desafíos de la época construyendo un agenda superadora de las reivindicaciones particulares: “hoy no es simplemente un acto, la lucha empezó hace rato y tiene que haber una continuidad. No es un problema de los compañeros del sector, es un problema de todos, por eso están acá las organizaciones de los barrios, que comparten esa perspectiva”, señaló en su intervención Alejandro Garzón, Secretario Gremial de ATE Nacional.

Al respecto vale la pena también retomar lo planteado por Borello: “no peleamos sólo por reivindicaciones economicistas. Está claro que nuestro Pueblo pelea por una Patria Libre y Soberana. El saber que anida en los trabajadores, en las organizaciones libres del Pueblo, en los movimientos populares, alcanza a las claras para hacer esta Patria Libre”.

 

Pablo Spataro, responsable de la CTA-A Capital, insistió también en el hecho que lo que los trabajadores llevan adelante es una agenda estratégica, una agenda de fondo para los desafíos de la Patria: “Es necesario en estos tiempos de esperanza construir una perspectiva estratégica. Recuperar la minería y el petróleo en manos del Estado. Recuperar los campos. Y por supuesto recuperar los puertos. Vamos a echar a las empresas de los lugares estratégicos para abrir un nuevo cauce de esperanza hacia la construcción de una sociedad mejor para todos y para todas”.

 

Gobierno y elecciones. Poder fáctico y Poder Popular

Ya desde el inicio del acto que fue conducido por Carina Maloberti, referente de ATE Senasa y del Frente de Unidad Germán Abdala, no se eludió la complejidad del momento entre la amenaza permanente del poder real y un gobierno que no logra tomar medidas de fondo respecto de temas estratégicos: “Ya lo decíamos antes que se vaya el macrismo. Sabíamos que se iban de la Casa Rosada pero el poder fáctico sigue activo, delineando muchos de los procederes y decisiones de la Argentina. Desde las sombras siguen impidiendo que caminemos hacia un país soberano”, señalaba Lito Borello.

En este escenario, varios oradores rescataron la aseveración de Fernández al momento de asumir, y que sin duda marca un modo para que el movimiento popular pueda seguir empujando su agenda: “El Presidente dijo hace un año: si creen que me estoy equivocando díganmelo. Hace un año que tenemos gobierno y hay cosas que ya se deberían haber hecho: Vicentín tendría que haber sido un gesto, y la soberanía de los ríos hace 200 años que son la expresión de la verdadera soberanía”, agregaba el referente de Los Pibes.

En el mismo sentido se expresó Garzón, de ATE Nacional: “no se confunda señor Presidente. Nosotros bancamos porque bancamos un país productivo, con esperanza, con trabajo. Necesitamos que usted al frente del gobierno junto con el Pueblo, empecemos a soñar un país distinto”.

El Secretario de DDHH de la UTEP también se refirió a las características de un año electoral, donde muchas veces también parece que esa agenda se impone sobre debates de fondo como el de la soberanía hídrica y el reclamo por la ampliación del Canal Magdalena: “Nos empiezan a hacer pelear entre nosotros para ver quién entra en la lista. A nosotros que todos los días peleamos juntos. No va a alcanzar el poder instituido si no hay poder instituyente. Si no hay un Pueblo unido, organizado, columna vertebral y cabeza del proceso de transformación, no habrá transformación, habrá apenas algunos retoques. Y estamos cansados de los cambios de maquillaje. Hay que unirse, hay que construir correlación de fuerzas, hay que construir poder popular para dar vuelta la tortilla”

En definitiva, valen las palabras de Marco Quiñones que se manifestó en representación de los trabajadores del Astillero Río Santiago: “todo va a ser posible con la unidad”

 

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Se debe tomar nota: el movimiento de trabajadores, puntal de la resistencia al macrismo, sigue de pie y se muestra unido y firme toda vez que la necesidad del momento huela a calle y movilización popular. No solamente detrás de reivindicaciones sectoriales, sino levantando banderas políticas estratégicas e indispensables para la construcción de una Patria Libre, Justa y Soberana. Ahí hay que poner el oído y lo que se dijo esta vez fue: unidad de los trabajadores, por la soberanía de las vías navegables y puertos en la Argentina.

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