APUNTES SOBRE LA MOVILIZACIÓN DE LA ECONOMÍA POPULAR EN LA 9 DE JULIO

[FM Riachuelo, 2/5/2022] En los últimos años, sobre todo con la llegada de la pandemia, la crisis que padece nuestro pueblo se ha profundizado cada vez más. Lejos de ser vencidos por esta crisis, los sectores más castigados, cuya expresión de construcción y resistencia se refleja en el hacer diario dentro la Economía Popular, hacen brotar la organización y resuelven las necesidades concretas (en el aspecto alimentario, las ollas populares son un claro ejemplo). Fue este sujeto el que irrumpió el domingo en la 9 de Julio, el que tomó el protagonismo de un nuevo 1ro de Mayo, en un contexto en que el mundo del trabajo ha cambiado radicalmente.
Hace más de dos décadas, la tendencia de este sistema a eliminar el trabajo formal dio lugar al surgimiento de los Movimientos Populares, que se vieron forzados a reinventar la lógica del trabajo. Este 1ro de Mayo, trescientos mil trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular colmaron la 9 de Julio; no por planes, no por bonos, no pidiendo que caigan soluciones desde una política profesional entretenida en culebrones de palacio y alejada de los sectores populares, sino para marcar la cancha en un sentido claro: la clase trabajadora debe ser columna vertebral y cabeza de los procesos de transformación estructurales que el pueblo necesita.
Es que la Economía Popular está mostrando que lo político no es tanto decir lo que hay que hacer, sino dar cuenta, de una vez por todas, de lo que se construye todos los días en las comunidades y barrios populares; en la resistencia, lucha y organización de los humildes.
Un ejemplo muy claro de esta necesidad se palpó con una anécdota que, durante su discurso en el escenario, trajo el secretario general de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Esteban “Gringo” Castro: el Gringo había visitado Pilar para participar de la inauguración de un Centro de Formación Político Sindical, en la que le tocó hablar. Como acostumbra, el dirigente rescató el rol en la pandemia de espacios estratégicos como los clubes de fútbol, los centros comunitarios y culturales, los merenderos y los comedores; protagonistas de “una gesta popular” que “garantizó la vida”. Continuado su discurso, expresó la necesidad de que, frente al problema de la inflación y la concentración económica, una parte de la producción de alimentos esté en manos de los Movimientos Populares.
El Gringo continuó con su anécdota, y el relato fue contundente: “Cuando terminó la actividad, una de las compañeras viene y me dice: ‘Gringo, mirá, cuando quieras vení a ver la huerta que hicimos en el barrio, a veinte cuadras’. ‘Vamos ahora’, le digo. Voy a ver la huerta, de cuatro o cinco terrenos, en una zona muy difícil para plantar, por ejemplo, papa y batata. Bueno, la compañera producía papa y batata para poner en la olla para que nuestro pueblo coma. No había nada que explicar, ya lo están haciendo, ya están resolviendo el problema en nuestra Patria los trabajadores y trabajadoras más humildes. ¿Cómo carajo hay que explicarlo? Vengan a nuestros barrios, miren lo que hace mi pueblo, y ahí van a ver lo que es construir nuestra Patria”.
El 1ro de Mayo es un día en que recordamos a los mártires de Chicago, un grupo de trabajadores que se organizó para tomar una fábrica y dio la vida en la lucha por los derechos de su clase. Esas reivindicaciones, por más que muchas veces no se respeten, hoy son derechos básicos. Fueron trabajadores que lucharon por construir condiciones dignas en un tiempo en que las luchas de los sectores oprimidos debían reinventarse. Este 1ro de Mayo, los trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular se cargaron al hombro ese legado de clase.
Teniendo consciencia de esta continuidad histórica, no es correcto obviar una autocrítica: en la jornada de ayer estuvo ausente el Movimiento Obrero, que fue muy importante en historias recientes de resistencia de todo el movimiento de trabajadores. Sin dudas, retomar la unidad como práctica política es un desafío urgente para que los trabajadores recuperen la iniciativa que permita un cambio de rumbo estratégico a favor del Pueblo.
Así lo expresó Lito Borello, secretario de Derechos Humanos de la UTEP y coordinador nacional del Movimiento Popular Los Pibes: “No podemos eludir un profundo sentido autocrítico de que lo estamos haciendo con un bajo nivel de unidad con los trabajadores en su conjunto y también con otras organizaciones hermanas. Quienes tenemos responsabilidades -los dirigentes, las dirigentas- no podemos obviar un proceso de reflexión, de que no hemos logrado un 1ro de Mayo que realmente exprese la cantidad de luchas y de sectores que hoy conforman al mundo trabajador de nuestro país”.
De todas maneras, la contundencia del acto parece haber puesto del lado de la necedad a aquellos que aún hoy, maliciosamente, discuten que el hacer diario de la Economía Popular no es trabajo genuino. También, ya pasaron años desde que Francisco viene repitiendo que los Movimientos Populares son sujetos de transformación. Puede entonces que el desafío continúe siendo la construcción de la unidad de todo el Movimiento de Trabajadores para dar vuelta la democracia, el Estado y las formas de construir comunidad… la tortilla, al fin.
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