INFLACIÓN: QUÉ ES, POR QUÉ SUCEDE, CUÁL ES LA SALIDA. UNA MIRADA DESDE LA ECONOMÍA POPULAR

[FMR 09/04/2022] No es necesario acceder a los números concretos de las estadísticas para que nuestro pueblo conozca las consecuencias de la inflación: sostener la comida de cada día se hace más difícil a medida que pasa el tiempo. Sin embargo, resulta interesante adentrarse en cuáles son las causas de esta inflación, y repensar el eje del debate que conduzca a nuestro pueblo a encontrar una salida a esta situación tan compleja, considerando incluso el rol que ocupa la Economía Popular. Para emprender esta tarea, en nuestro tradicional programa Rompé el Cerco, conversamos con Lorena Putero, integrante del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) y con Luciano Álvarez, secretario de organización del Movimiento Popular Los Pibes.

FM Riachuelo (FMR): Para ir construyendo un panorama y luego adentrarnos en el debate: Lorena, ¿cuáles son las causas de las subas tan grandes de precios? Sobre todo pensando en la de los alimentos.

Lorena Putero (LP): En este momento tenemos varios puntos que hacen que esté habiendo una inflación acelerada de precios. El primero son las variaciones de precios a partir de los cambios que se están dando en el mundo. Aumentan los precios internacionales. Y uno en la casa se pregunta ¿Qué me importa si aumentan los precios internacionales? Bueno, el tema es así: muchos de nuestros productos los vendemos en el extranjero o muchos de nuestros productos de comida, compiten con productos que se producen en la tierra y se venden en el extranjero. Entonces quien tiene que decidir qué producir prefiere hacerlo para vender afuera en vez de venderlo en Argentina. Eso hace que nosotros tengamos un aumento de precios cuando quizá no tuvimos una lluvia ni nada, no nos pasó nada que afecte la producción, igual impacta. Esa es una situación momentánea. Pero tenemos situaciones históricas de problema de precio de los alimentos como: la falta de acceso de los productores a la tierra, la dolarización de muchísimos insumos, la dolarización de la posibilidad de alquilar, los alquileres de la tierra están en dólares. Todas estas cosas presionan al aumento de precio de los alimentos.

FMR: Uno en casa piensa si hay un termómetro de la inflación que se ve que está subiendo, ¿Quiénes juegan con esa inflación?

LP: Primero, quiénes pueden exportar son quienes se benefician del aumento de los precios. Ellos dicen: “yo puedo vender en Europa. Si vos me querés comprar pagame el precio que pueden pagar en Europa”. Hace muchos años hubo una frase de De Angeli (dirigente ruralista de la Federación Agraria Argentina de la provincia de Entre Ríos, Mesa de Enlace, Senador JxC), que dijo <el que quiere lomo que lo compre al precio que vale el lomo>, refiriéndose al precio que pueden pagar los europeos el lomo.  Ahí hay unos que se benefician. Después el otro sector que se beneficia son los sectores que acaparan, que stockean, que especulan. Ahí tenemos a toda la cadena que hace la comercialización. Lo que hacen es esperar que el precio suba, no vender, stockear,  esperar que el precio del dólar suba para ver si venden o no, si liquidan o no. Todo eso va perjudicando a la mesa de los argentinos. Por eso son tan importantes las políticas, no solo de precios cuidados, sino políticas que condicionen la producción, la distribución y la venta de los productos. O sea que atraviesen toda la cadena.

FMR: Luciano, con respecto a esto, como integrante del movimiento y de la economía popular, ¿qué mirada tenés?

Luciano Álvarez  (LA): Hay como una ajenidad entre lo que es quienes producen. Lorena no les cuenta pero además de que ella es Técnica, formada en economía, están junto con su compañero acompañando un proceso en la isla, en el Tigre, de organización de los pescadores de la Pesca Artesanal. Mientras Lorena hablaba yo me imaginaba a los compañeros de ellos que todos los días se meten en la canoa, a veces a sangre, a remo. Y cuando se ponen a pescar el sábalo que sacan, no come dólares, no está dolarizado, no se vende en el extranjero. Y cuando nosotros lo queremos comer, lo pagamos a precio dólar. Está muy ajeno a nuestro pueblo entender esos mecanismos que no tienen nada que ver con la generación del alimento, con el laburo genuino aplicado a que ese alimento tenga un valor agregado, un valor mayor.  Si hoy le dijéramos a Lorena, como muchas veces nos dan una mano, ¿nos ayudas a armar los costos del emprendimiento de la cocina?. Las chicas que están vendiendo canelones  quieren armar los costos. Y nuestros costos tienen que ver con lo que nos costó comprar en la esquina lo necesario para hacer las pastas, cuanto creen los compañeros que merecen cobrar por ese laburo y ahí está el precio para que los vecinos puedan acceder a ese alimento. Así se construye un costo. Entonces cuando uno escucha estas cosas se dice “¿che pero de qué  depende el alimento?”. De algo que no tiene nada que ver con esto, de ningún tipo, con cadenas totalmente especulativas. Especulación en el acceso a la tierra, en vender al argentinx o vender en el exterior y entonces secar nuestra plaza, nuestro mercado y que nuestro pueblo no pueda comer. Al laburante de a pie le suena  totalmente ajeno una economía que no tiene nada que ver con resolver las necesidades del pueblo, y que está basado en mecanismos híper especulativos que se alejan totalmente de la resolución de las necesidades concretas.  Creo que cuando Lorena estudió economía, le deben haber dicho que la economía es algo así como la ciencia que tenía que ver con poder resolver las necesidades de la gente, el acceso a los servicios,  a los bienes. Esto de lo que habló Lorena al principio no tiene nada que ver con eso. Está totalmente alejado. Y ahí es donde entramos a batallar desde la economía popular diciendo: “bueno hay que dejar de discutir pavadas que no tienen nada que ver con resolver y mejorar  la calidad de vida de la gente y volver a lo esencial.”  Tierra, producción y alimento, acceso con precio justo a través de mercados populares, de mercado de cercanía, que la gente coma bien y que el laburante que trabajó para generar ese alimento tenga un pago relativamente acorde a las necesidades de esa persona para poder subsistir, comprar los medicamentos, etc. Entonces escucho a Lorena (explicando los mecanismos especulativos) y digo no entendí nada, estamos todos locos, de repente me perdí como setenta y cinco clases.

LP: Está buenísimo lo que vos decís, que no se entiende y es real, no se entiende. Por eso es importante saber que cuando un economista está mirando sólo la macro, sólo está mirando lo que pasa con el FMI (Fondo Monetario Internacional) o esas cosas se está perdiendo esto que nosotros estamos viendo, la economía real, la economía al servicio de los trabajadores. Lamento desilusionarte que en mis clases de economía en la facultad jamás me dijeron que había que resolver los problemas de la gente. Me enseñaron la administración de los recursos escasos. Que quiere decir esto: “estudiar el mercado”, y la gente que vea como hace…. A nosotros nos dicen que tenemos que aprender a administrar el mercado . “La teoría” después replica en miradas económicas de los economistas. Y los economistas después deciden la política. Luego nosotros nos encontramos con modelos económicos donde estamos preocupados por algunas variables y no estamos mirando otras. Lo que decía recién Luciano. Nosotros queremos que el pescado llegue a la mesa de nuestro pueblo. Entonces ¿qué pasa con todos los actores gubernamentales, sociales que están en el medio, que no pueden acompañar ese proceso para que el pescado llegue? Porque las empresas siguen en una forma de hacernos llegar el pescado carísimo, aunque es el mismo pescado de esos compañeros pescadores artesanales. Ellos se levantaron, lo pescaron mojándose las patas, tomando frío y lo vendieron por dos mangos. Lo agarró un acopiador, que sí tiene entablado un par de redes de relaciones, sabe que trámites hacer, cómo hacerlos, entonces lo acopió, lo vendió a un supermercado y ahí ustedes lo pagan el triple o cuádruple. Así, tenemos un pescador que no puede satisfacer sus necesidades y un consumidor que no puede satisfacer sus necesidades, pero tenemos dos intermediarios: el acopiador y el supermercado obteniendo muy buenas ganancias.

FMR: Cómo se traduce esto en las redes de intercambio de la economía popular. Cuáles son las formas que ésta tiene. ¿Cómo impacta esta inflación en los sectores de la economía popular?

LA: Básicamente, como bien explicaba Lorena, somos los principales perjudicados. Tanto los que producen el alimento, como los que intentamos satisfacer nuestras necesidades, consumirlas, no convertirnos en un objeto de consumo sino resolver las necesidades básicas de la vida. Desde los sectores de la economía popular venimos intentando hacer prácticas que se alejen de esa lógica. Estamos en un momento donde si uno se dejara regir solamente por la ley del mercado, por los conceptos más clásicos del liberalismo económico, estaríamos en el peor de los mundos. No habría salida. Si nos entregamos como ellos dicen “bueno, relajate, libre juego de la oferta y la demanda y esas cosas. Seguramente en algún momento derramará algo que te permitirá no morir”. Si como trabajadores y trabajadoras de la economía popular nos dedicáramos a intentar  disfrutar esas lógicas de la economía, la vida sería muy angustiosa. Entonces empezamos primero a preguntarnos: “¿hay otra alternativa diferente a esto o es lo único que tenemos por delante ser esclavos de este modelo de hambre, de miseria y de muerte?. Entonces empezamos a intentar otra economía diferente. Nos juntamos con gente como Lorena, Andrés Asiain (Economista y docente. Director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz). Ellos nos dicen: sí se puede pensar una economía diferente. La economía es el intercambio de lo que se produce. A veces con pesos otras veces trocando. Acá en este edificio donde funciona la FM Riachuelo están los compañeros y compañeras de la Cooperativa Fray Luis Beltrán, que se dedican a inventar mecanismos de trueque. Y ya trocaron con todas las asociaciones del territorio algo de lo que cada uno produce. Resolvieron las necesidades reales de ambas cooperativas o ambas organizaciones. Desapareció del medio el patrón dinero y se generaron unos mecanismos y unos valores, básicamente, muy diferentes. Para nosotros hay que empezar a pensar seriamente una economía diferente, que nosotros la entendemos como Economía Popular. Que salga de la lógica, como decía Lorena, de la oferta, de la demanda, de los valores tradicionales del mercado. Que intente construir un paradigma distinto, un paradigma que se base en el buen vivir, en resolver las necesidades reales de nuestro pueblo. En eso venimos haciendo muchas prácticas. Hace veinte días atrás lanzamos una Federación a nivel nacional del Movimiento y de organizaciones hermanas, tratando de poner en discusión estos temas. “Tenemos que producir porque somos laburantes”. Podemos transformar la realidad y generar bienes que nos resuelvan las necesidades de la vida.  De qué forma lo intercambiamos. De qué forma lo que produce un compañero en una localidad, en otra localidad otros compañeros y compañeras le agregan valor. De qué forma eso llega al plato, a la mesa de nuestra familia. De qué forma le peleamos al Estado los recursos para resolver estas necesidades. Porque no es que el Estado no tenga recursos, ni siquiera es que el Estado no vuelca recursos en los sectores populares. Lo que no hay es una lógica de intentar que eso genere un nuevo paradigma. Nosotros manejamos un recurso social que se llama “Merenderos” que lo podes usar simplemente para comprar 5 kilos de arroz, estirar la olla popular y tratar de que algunas familias no la pasen tan mal y eso es muy loable, o lo que nosotros hacemos en los últimos años, escaparnos del mercado capitalista: no comprar un producto que no sea a una organización hermana de la economía popular. Entonces esos recursos que pone el Estado van a comprar directamente a cooperativas, en las cuales quizás hasta el mismo Estado tuvo que ver también con la formación de esas cooperativas. Ese alimento llega a nuestras familias, que se alimentan con comida de mucha más calidad, que un alimento hiper procesado con las lógicas actuales de producción que dejan muy poco alimento y mucho de ganancia a cuatro vivos. Entonces creamos un mecanismo virtuoso, donde todos los sujetos que están involucrados generan y producen algo, económica, moral e ideológicamente. Se va generando una lógica que no tiene que ver con ese “Dios dinero», sino que tiene que ver con generar nuevas formas, creer en nosotros mismos, generar nuevos entramados, nuevas cadenas que, más tarde o más temprano, van a generar también nuevas formas de organización de nuestra sociedad, muy lejos de este capitalismo de muerte que estamos padeciendo en estos últimos días, donde los imperios están nuevamente rifando los patios traseros de la Tierra, donde nosotros valemos menos que nada. Ante esa lógica de guerra y de muerte hay una lógica distinta, como dice Francisco, Tierra, Techo y Trabajo como banderas sagradas que tenemos que levantar.

LP: A mi me parece que hay que reconocer que ellos saben que existen otras formas, lo que pasa es que hay una ideología dominante en la que, por más que nosotros vamos cambiando de gobiernos aún en gobiernos populares, no hay que perder de vista que el orden mundial es un sistema neoliberal donde prima la ley del más fuerte. Tenemos que entender que nosotros también estamos hablando de economía, que cuando nosotros decimos que no puede haber un pescador pobre y un consumidor que no llega a consumir ese pescado porque es carísimo, estamos hablando de economía. Esa es una disputa muy importante que tenemos que dar para que no crean que hablamos de otro tema, nosotros queremos cambiar el modelo económico. Y muchas de las cosas que vos decís Luciano, son discusiones que se han dado y que se sabe que tienen entramados territoriales, pero en términos económicos, estamos hablando de “Economía”. En el círculo virtuoso del que hablaste antes hay un montón de beneficios para la economía de nuestro país, la mejor alimentación es menos gasto en salud por ejemplo. La no concentración en mercados extranjeros es menos divisas yéndose a fin de año, o sea, que la toda la Economía Popular no fuga dinero, no tiene que hacer remisiones a ninguna casa matriz y esos son beneficios macroeconómicos. Lo que pasa es que nos acostumbraron a pensar que de la economía tienen que hablar tres o cuatro empresas, y nosotros hablamos de “lo social”, y ahí los ejemplos que está dando Luciano son económicos, de eso es que tenemos que hablar, eso es política económica.

LA: Estas semanas hubo muchos compañeros acampando en la 9 de julio, de los que se dice que son todos vagos, que no aportan y que hay “que sacarle los planes”. Yo pensaba, los que cobramos un potenciar trabajo y estamos peleando por un mísero aumento que todavía no llega, de eso que cobramos todo vuelve al mercado interno. El 21% de lo que nosotros cobramos automáticamente vuelve en el IVA a las arcas del estado. No hay un peso de eso que no vuelva al Estado o al mercado y después somos nosotros los que no aportamos, y no los grandes evasores… Está tergiversado y ocultado lo que el pueblo aporta todos los días, y siendo una masa mínima los que cobran ese potenciar trabajo, que deberían ser muchos más para reconocer a todo el universo actual de la economía popular.  Los que no pagan los impuestos son los ricos con la evasión. Sin embargo eso no se critica…

LP: … Y a parte, cuando vos promovés ingresos a una cooperativa, como es el caso del potenciar trabajo, estás haciendo una distribución del ingreso, el ingreso se reparte entre muchas personas. Cuando yo le compro a una cooperativa o un emprendedor van a tener ingresos un grupo, y son bastante igualitarios, no hay uno que se lleva la ganancia y que después no sabe qué hacer con tanta plata y termina teniendo un consumo de lujo, que sí  produce problemas a nuestra economía. Entonces ahí también hay una construcción donde preocupa más si la mujer que cobra el potenciar compró un jugo o una gaseosa, y no le preocupa un yate que está comprando una persona dueña de un comercio que viene concentrado en dólares. Otro dato, cada cosa que compramos donde es necesario importar partes, se necesitan dólares y eso los compra el estado nacional, no hay forma que se haga individualmente, y para eso se requiere el esfuerzo de todos los argentinos. Así que cuando un rico te dice “yo con mi plata hago lo que quiero”, y…. más o menos, porque tuvo que usar toda la estructura estatal para conseguir esos dólares que está gastando , así que está utilizando un poco de mi plata también…

FMR ¿Cómo ves que durante este año continuará esta suba de precios?

LP: No estamos viendo un retroceso de los precios, nosotros los seguimos de forma semanal y vemos que se frenó un poco el pico que hubo pero siguen aumentando y no se ven medidas que ataquen fuertemente a la inflación, no alcanza con precios cuidados. Hay varios puntos. Por un lado está el tema de los alimentos, pero ya la sociedad  lo que va a cobrar lo calcula con inflación. El que me alquila la casa, el que me vende el sándwich, todos están pensando en la inflación eso se llama “inflación inercial”. Y ahora habría que pensar en cómo atacar esa inflación. Nosotros vemos que no hay medidas hacia ahí, entonces lamentablemente vemos que la inflación va a continuar, no se ve algo que haga que se frene.

LA: Me da la impresión de que estamos todos los días deseosos de que haya anuncios, noticias. Con un gobierno que perdió la iniciativa, que bajó los brazos, que les dice a todos que sí, pero después no pasa nada. A fin de año una decena de responsables de movimientos populares nos reunimos con el presidente, antes de Navidad, y se hablaba de la inminente creación de un Ministerio de la Economía Popular que, a todo lo que nuestro pueblo crea día a día para crear un modelo alternativo, le daría tendría un ímpetu, un brío y una posibilidad muy diferente a la actual y fundamentalmente dos temas que van de la mano: a 40 años de Malvinas se habla más de soberanía; todo lo que desarrollamos y venimos hablando hace un rato, lo que genera es soberanía, un pueblo que se empodera, que tiene control sobre los precios, sobre los alimentos, la producción, la distribución va construyendo efectivamente soberanía. Cuando eso no sucede y todo lo maneja el poder concentrado transnacional  es una pérdida absoluta de soberanía. Entonces estas pequeñas medidas de dar un potenciar a una compañera va generando otro estado de situación, soberanía popular, otra correlación de fuerzas, porque esa compañera que lo cobra se va a juntar con otra para crear un emprendimiento, producirán algo que luego otro compañero comprará en la feria y se generará ese círculo virtuoso del que hablamos. Cuando nos toca hablar con sectores del gobierno te dicen estaría buenísimo… pero no hay correlación de fuerzas para llevarla adelante… entonces ¿qué? esperamos treinta años más para llevarlo adelante, cuando mágicamente se construya esa correlación de fuerzas? La correlación se construye todos los días, en hechos y medidas concretas que empoderan, que generan fuerza y sentido en nuestra gente y subjetividad, si no el sentido lo construye la lógica y la mediatización hegemónica. Para nosotros es importante empujar este tipo de políticas que vuelcan recursos a los sectores populares y que generan un pueblo dispuesto a ir por más.

LP: Quería agregar a lo que decía Luciano, que nosotros necesitamos economistas que estén mirando la economía, la necesidad de la gente y que entiendan que tiene diferentes situaciones esa economía. Por un lado podemos estar preocupados y ver qué pasa con el FMI, pero también tenemos que ver qué pasa con la vivienda, los alimentos, la salud, la educación. Son temas sobre los que tiene que tener una mirada un economista. Nosotrxs, desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, en el 2015, armamos una propuesta de reactivación económica en base a esos ejes. Nuestra idea era: vamos a reactivar la economía a partir de las necesidades de la gente, no de un acuerdo con el fondo que no sabemos ni quiénes son, y ahora nos van a estar controlando lo que hacemos, sino pensando en cómo resolvemos la comida de la gente, cómo resolvemos la vivienda que tenemos un problema tremendo, y un montón de situaciones sociales que tenemos que acompañar. Entonces desde ahí, se podría pensar en una reactivación económica generando un montón de trabajo y, como decía recién Luciano con el Potenciar y con un montón de otros proyectos se podría pensar. Se reactiva rápidamente la economía porque la gente cobra su sueldo, va y compra en el negocio del vecino, la gente se construye a su casa y compra un montón de cosas para construir su casa, contrata al vecino. Reactivan rápidamente la economía y no necesitamos dólares para eso, necesitamos esa mirada, una mirada de resolver necesidades de la gente.

FMR: Los debates públicos acerca de la inflación suelen contemplar a la economía popular o qué economía contemplan? ¿Qué papel creen que juega la economía popular para que nuestro pueblo pueda afrontar esta situación?

LA: Lo que veníamos ahí charlando. Recién me acordaba de algunas reuniones, también con funcionarios del Ejecutivo del Ministerio de Desarrollo donde le contábamos todo lo que hacemos, y te dicen “qué cráneos que son!”, como si nosotros hubiéramos ido a Harvard y ahí se nos hubiera ocurrido que los recursos del Ministerio hay que volcarlos en las cooperativas que genera el mismo Ministerio. “Dos más dos cuatro”, una matemática bien elemental, pero te miran así. Pero si esto nosotrxs lo estamos haciendo, por qué ustedes no lo transforman en política de Estado concreta, real. Por qué ustedes (el Estado) no nos obligan a las organizaciones populares que ejecutamos el Potenciar Trabajo a que el 30% de las compras tengan que estar hechas en la economía popular, que los programas PNUD, merenderos y alimentarios en general tengan que comprar, por lo menos, el 70% en la economía popular y no en los mercados concentradores. Son medidas bastante simples y lo discutís y no hay forma, ni siquiera lo entienden. Es muy difícil con un estado que se inventó para otra cosa, que se inventó para que nada cambie, tratar de transformar y generar algo realmente nuevo. Entonces, la economía popular ¿qué papel juega hoy? Es la que está sosteniendo la economía de los barrios. la economía de nuestros territorios hoy la sostiene la economía popular. En la vida de nuestros territorios, el consumo a la producción de la economía popular es gigante lo que pasa es que estaba totalmente fuera de los radares de la macro porque es todo informal.

LP: Claro, no se estudia numéricamente muchas veces cosas que pasan, como la que vos acabas de plantear sobre que ustedes hacen un entramado productivo entre varias cooperativas para el consumo. Se saltean esos estudios porque no interesan, entonces es muy gracioso porque después te dicen que no hay números de la economía popular, pero si nadie sigue esos números nunca los va a haber, entonces es como un juego. Nosotros hace un año y medio venimos haciendo un seguimiento con algunas comercializadoras para empezar a tener datos y lo más interesante de eso, aunque es un estudio pequeño porque venimos siguiendo 8 comercializadoras del gran Buenos Aires,  es que la canasta alimentaria nos da casi siempre más barata en la economía popular. Los meses que no nos da más barata nos da apenitas un poco más cara en algunos productos, y estamos comparando verduras agroecológicas contra verduras comunes, por decirles un ejemplo de lo mal que estamos haciendo la comparación, pero bueno es una muestra para ver cómo nosotros vamos avanzando y vamos construyendo una mejor producción y comercialización.

FMR: Todavía queda un sector de los trabajadores que sigue pudiendo ganarle a la inflación pero no es la realidad de todos y menos de los trabajadores de la economía popular. No habría que repensar los indicadores como la inflación para debatir la política económica? También hay otros fenómenos que no se visibilizan cómo es la complejidad del mundo del trabajo, el acceso a la salud, el hábitat, etcétera.

LP: Me parece que sí que hay un sector de los trabajadores que aún puede estar recuperando, tendremos que ver cuánto tiempo pueden ganarle a la inflación. Hay sectores que no pueden hacer la misma disputa. Me parece que tiene que ver con un momento temporal, si los números siguen aumentando la inflación es muy difícil que puedan seguir recuperando porque va aumentando la distancia entre los diferentes tipos de trabajadores. Cosa que viene aumentando igual, como que se está armando una especie de trabajadores de distintas estructuras de trabajadores. Un poco lo mencionó Luciano, los trabajadores de la economía popular que no acceden a todos los beneficios necesarios, los trabajadores registrados, y yo dentro de ese mundo registrado, pondría los que trabajan en empresas de punta que son los que recuperan, porque trabajan en esos sectores concentrados, y los trabajadores de pymes y empresas más pequeñas, que son los que muchas veces le cuesta recuperar a la inflación y son los sectores que muchas veces tienen peores condiciones de trabajo. Hablar del mundo del trabajador asalariado es bastante difícil porque ya no hay uno, sino hay dos o tres mundos en este sector.

LA: Sí y también en el mundo de la economía popular también, por suerte, tampoco es un mundo homogéneo. Hay sectores muy sacrificados pero que han logrado de alguna forma también ser parte todavía de los de los eslabones productivos más tradicionales de la economía y otros que se debaten en la subsistencia más cruda. Que juegan un papel central porque, en estos dos años y pico de pandemia, sin esos sectores que estuvieron en el lugar más profundo del territorio sosteniendo la olla, sosteniendo los cuidados, lo comunitario, hubiéramos tenido el doble, por lo menos, de muertos en los territorios que los que tuvimos. Ese  sector que queda lindo decirle a Ramona para algún discurso de alguna de algún funcionario público etcétera, pero que después en concreto no avanzamos 5 cm en los reconocimiento de derechos concretos y reales a esas compañeras y a esos compañeros. Hay muchos estudios que monetizan, valorizan el laburo de los cuidados, básicamente nuestras compañeras en los territorios, sí eso simplemente se pusiera en valor y se pagara lo que se tiene que pagar estaríamos hablando de una calidad de vida de nuestro pueblo muy diferente y nosotros entendemos que eso es trabajo, que todas las políticas de cuidado son fundamentales para que una sociedad sobreviva y una sociedad no implosione. Pero bueno, después no entra en la canasta más general de los de los cráneos de la economía, no entran después en ninguno de los cómputos, no se lo ve, no se lo contabiliza. Veníamos hablando hace muchísimos años de la dimensión que tenía la economía popular, hasta que se generó el IFE y eso logró dimensionar 9 millones y pico de argentinos y argentinas que no tenían ningún tipo de protección. Cuando antes hablábamos de esos números nos decían que estábamos locos y hoy es imposible ya no decir que, por lo menos, hablamos de 12 millones de personas que “el mercado” hoy no contiene y no va a contener. Porque esta nueva lógica de la producción, este nuevo mundo del trabajo no tiene ninguna intención de poder dar respuesta a las necesidades de toda esa porción de nuestro pueblo. Entonces o encontramos la forma de generar nosotros el trabajo, la reproducción de la vida de esa familia o nos espera un futuro muy difícil y muy duro. La economía popular hoy lo está haciendo en concreto, lo está haciendo todos los días, con derechos o sin derechos, con un estado que lo mira y lo acompaña o en un estado que lo combate y lo denigra y responde a la campaña multimediática de denigración de los sectores populares. Pero eso está muy vivo, está más vivo que nunca, está sosteniendo las barriadas populares a lo largo y a lo ancho de nuestra patria. Sin ese trabajo hubiéramos salido de la pandemia en una situación aún peor de la que salimos. Con lo cual, o el estado y los gobernantes dan cuenta de esto,  le dan la importancia que tiene que tener, los jerarquizan, le dan los recursos para que esto se fortalezca y pueda dar un salto diferente, o esto se va a volver una situación ingobernable en nuestra patria. No ingobernable por la pelea de Pimpinela entre uno y el otro, ingobernable porque todo ese sujeto hoy todavía espera e intenta que haya respuestas lógicas desde quienes tienen la responsabilidad de darlas, en algún momento si no hay una respuesta concreta y posible, se va a volver a desmadrar y vamos a volver a situaciones de crisis de las que, por lo menos las organizaciones populares, no tenemos ninguna intención que suceda. Ojalá la partidocracia vea la complejidad de la situación, se haga cargo y tome medidas concretas para tratar de que vaya a buen puerto la posibilidad de reconstruir de una forma diferente esta patria.

LP: Lo que me gustaría sumar a lo que decías es que los movimientos populares van haciendo y construyendo con una lógica contraria en la economía y eso es muy difícil, con habilitaciones contrarias a lo que se espera, con trámites contrarios a lo que se espera, desde que un formulario que no tiene el ítem cooperativista en adelante, todo eso es un costo para el emprendimiento. Entonces cuando muchas veces nos acusan a los sectores de la economía popular, de la economía social “bueno si, necesitan ayuda del Estado”, “bueno, no hacen bien las cosas”, pensemos que las multinacionales esas gigantes, que hacen espectacular las cosas, tuvieron subsidio automático a todos sus trabajadores, mientras la economía popular tuvo que llenar cientos de formularios a través del IFE o a través del acompañamiento del programa autogestionado, entonces siempre nosotros tenemos costos mayores porque nos los implican cómo funciona.

FMR: Me parece que cada unx desde su lugar fue dando cuenta de cómo los movimientos populares vinieron a demostrar y a marcar que es posible otra lógica y que se está haciendo. También hablaban de los bombardeos mediáticos que hay frente a esto para alejarnos de nuestro pueblo. Así que esperamos que esta conversación sea una herramienta para el vecino, la vecina, los y las compas, que permita ir entendiendo por dónde van los movimientos populares.

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