
[FM Riachuelo 12/06/2020] Como se sabía que iba a suceder, se dispararon los contagios de COVID-19 en los barrios más vulnerados de la Ciudad. Ante la falta de servicios básicos como gas o agua, el hacinamiento y la falta de trabajo, era cuestión de tiempo para que en las barriadas populares porteñas se complejizara la situación. La muerte de referentes de organizaciones sociales en la Villa 31 fue un hecho doloroso que evidenció el reclamo de lxs vecinxs: el Gobierno de la Ciudad llega mal, tarde o ni siquiera llega. Ahora toca hablar de La Boca. ¿Cuál es la mirada de sus organizaciones populares que, desde antes de la cuarentena y más aún desde entónces, vienen «poniendo el cuerpo» en este territorio?
Desde el primer día, las Organizaciones de La Boca han estado al frente de esta batalla asistiendo tanto la crisis alimentaria como la crisis sanitaria. Hoy en Rompe el Cerco Informativo habló Nadia Martínez, directora de la FM Riachuelo, quien dijo que “casi tres meses de cuarentena parece poco pero es mucho y la crítica situación de nuestro barrio la viene bancando heróicamente el pueblo organizado: organizaciones sociales, comedores, merenderos y vecinxs cuya solidaridad es preexistente a la cuarentena” y agrega: “aquello que comenzó siendo desidia por parte del Gobierno de la Ciudad a estas alturas ya es abandono. Por qué se tarda tanto, no se entiende…”.
La Boca es un barrio con características propias: muchas familias viven en conventillos y tienen trabajo informal, por lo que se ven obligadas a salir, a pesar de respetar la medida del aislamiento social obligatorio. De hecho, los comedores y merenderos han tenido que aumentar exponencialmente las raciones distribuidas desde el inicio de la cuarentena.
La semana pasada, dialogamos con Ramón Martínez, delegado del Asentamiento de Lamadrid en el bajo de La Boca, quien denunciaba lo crítico de la situación: «acá, se sabe, viven varias familias en una misma casa, entonces el contagio es inevitable. La salita de atención está colapsada, y el gobierno de Larreta no da respuestas. El problema es que sin síntomas, no se hacen los testeos, entonces hay casos positivos compartiendo baño y cocina con otras familias…”.
A hoy se sabe, en los números oficiales, que los casos pasaron de 70 a 136, sin embargo no se contempla al barrio de La Boca dentro de los protocolos para villas y asentamientos que elaboró el GCBA. Mientras Larreta se preocupa por el protocolo para quienes salen a correr, no tiene ningún protocolo específico como lo requiere esta situación. “Las organizaciones del barrio nos estamos haciendo cargo, de una u otra manera, porque el gobierno de la Ciudad no dialoga con nosotros, no nos ve” dice «la Negra» Cano de la Organización Los Pibes, militante histórica boquense y agrega “no hay siquiera fumigación en las plazas, además del coronavirus nos preocupa también el dengue”. Maxi de la Murga Los Gardelitos, nos dice: “En este barrio siempre se ve el apoyo de las organizaciones. Son las que sacan de donde no tienen para brindar, La Boca es un barrio de lucha”.
No sólo a través de las ollas populares se ayuda, sino también desde lo sanitario: “Estamos haciendo tareas de prevención, teniendo en cuenta el pico que se espera en el barrio. Distribuimos folletos con información, barbijos, alcohol en gel… esta tarea debería hacerla el Estado, sí, pero decide correrse.” dice Martín de la Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC) Los Pibes desde la posta del Programa «el barrio cuida al barrio» que La Secretaria de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación montó en la esquina de Olavarría y Garibaldi con el acompañamiento de organizaciones de la economía popular de la zona. Allí también charlamos con Carmen, bombera voluntaria de Vuelta de Rocha, que luego de fumigar con desinfectante el espacio donde se montó dicha posta, nos contó como asisten al barrio en la cotidianidad: «Nos acercamos a los espacios donde hay más gente y les indicamos a los vecinos qué distancia tiene que haber, les explicamos cómo se tienen que lavar las manos».
Mauricio, al frente de una Olla por el Parque Lezama suma: “Estamos resolviendo las problemáticas que no resuelve el Gobierno, desde el amor y la solidaridad buscamos retejer los lazos sociales.” Por su parte, el Bachillerato Popular Germán Abdala realiza tareas solidarias, una de sus estudiantes y vecina del barrio nos dice: » Entre estudiantes y educadores, pensamos cómo ayudar. Incluso muchos de nosotros estamos parados, sin poder trabajar y necesitamos llenar la panza, entonces estamos desde el bachi con donaciones, ya sea plata o alimentos.»
Sobre el final del programa Rompe el Cerco Informativo, Nadia Martínez dijo “el único que cuida al barrio es el barrio. Somos los sectores populares los que tenemos mayor disciplina y conciencia respecto sobre la necesidad de cuidarnos y cuidar a otro”.
En definitiva, la pandemia no hizo más que exacerbar las desigualdades preexistentes, así como también multiplicar las experiencias de solidaridad. Larreta es responsable de este abandono, pero la salida de esta situación será, una vez más, a través de la lucha y de la organización comunitaria. La solidaridad de cada olla popular, abona la esperanza y la construcción del poder popular.