
[FM Riachuelo, 8/6/2022] El pueblo trabajador advierte la hambruna que se acerca, casi ya instalada: los precios de los alimentos están lejos de ser accesibles y eso sucede a partir de una decisión de las grandes empresas formadoras de precios. Frente a esto, las organizaciones populares trabajan y luchan para garantizar la alimentación de nuestra población: hace dos semanas se vivió un pescadazo y canoazo en el Congreso, con pescado a precios populares, para impulsar la Ley de Pesca Artesanal, y hoy se realizó una Jornada Nacional para exigir que bajen los precios a las grandes empresas de alimentos.
En el marco de una Jornada Nacional bajo la consigna “Bajen los precios. Con la comida no se jode”, organizaciones de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) de la Ciudad de Buenos Aires, movilizaron desde el Obelisco hasta la Coordinadora de Industrias de Producción de Alimentos (COPAL), organismo que agrupa a las grandes empresas formadoras de precios.
Las organizaciones, los emprendimientos, los comedores y merenderos de la Economía Popular son los que se encargan de garantizar la alimentación de nuestro pueblo, pero lo recursos son escasos y es necesario presionar a los poderes fácticos y al Estado para que “dejen de joder con la comida”.
Durante la movilización que partió desde el Obelisco, FM Riachuelo entrevistó a Luciano Álvarez, secretario de organización del Movimiento Popular Los Pibes, que en este contexto en el que los poderosos descansan sobre la espalda de los más humildes, expresó: “Desde ahí hoy la UTEP decidió salir en unidad a decirle a los empresarios que paren la mano, que bajen los precios, a decirle al Estado que tiene que jugar un papel. Está bien que le reclamemos a los empresarios, pero si ellos no lo hacen, existen leyes de abastecimiento y muchas medidas que el Gobierno Nacional puede tomar para meter en caja la voracidad de los adoradores del dios dinero y de las cámaras empresarias alimenticias”.
Como si el hambre fuera poco, en estos días incluso hubo que escuchar una “tomada de pelo” por parte de Federico Braun, titular de La Anónima, principal cadena de supermercados desde Tierra del Fuego hasta varios puntos de la Patagonia, quien expresó que “remarca precios todos los días” para bajar la inflación.
En declaraciones para Télam, el secretario de Derechos Humanos de la UTEP y coordinador nacional del Movimiento Popular Los Pibes, Lito Borello, exrepsó su repudio: «Es miserable el proceder de Braun, y a la vez es un claro exponente de la rancia oligarquía, que siempre ha despreciado a los trabajadores y a los pobres y ha acumulado ganancias en base a nuestro hambre y esfuerzo. Sus declaraciones nos ofenden, y nos predisponen a la autodefensa popular frente a su accionar”.
Una vez en la puerta de la COPAL, esta multitudinaria movilización en unidad culminó con un acto donde tomaron la palabra integrantes del secretariado nacional de la UTEP: Gildo Onorato, secretario gremial y militante del Movimiento Evita, Dina Sánchez, secretaria adjunta y del Frente Popular Darío Santillán, Norma Morales, secretaria adjunta y de Barrios de Pie, Cristian Erramuspe, secretario de Acción Política y del Frente 22 de Agosto, y Esteban Gringo Castro, secretario general. También el referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Jorge Godoy, y Daniela de Nuestra América.
El Gringo fue contundente: remarcó la necesidad de dar la lucha contra estos sectores que son los principales responsables de que nuestro pueblo no coma, pero no dejó de lado que el camino está en que el pueblo trabajador sea el principal encargado de su propia alimentación:
“No venimos acá a pedir o a rogar que bajen los precios, venimos a exigirlo, porque somos parte constituyente de un pueblo que resuelve los problemas de alimentación. Tendrían que ir a nuestros barrios porque ahí está la verdadera preocupación de nuestras compañeras por garantizar el alimento al que no lo tiene. Los que han concentrado la producción, la distribución, la exportación de alimento, no pueden garantizarlo al conjunto de nuestro pueblo, ahí hay una contradicción muy fuerte. Por eso compañeros y compañeras, no nos queda alternativa que construir un nosotros cada vez mas amplio de movilización y de organización popular. Los precios van a bajar con movilización y organización”.
Está claro que hay una lucha importante contra los poderes fácticos que tienen la principal responsabilidad en la hambruna que se avecina, pero también es interesante reflexionar que si la comida no está en manos del pueblo, difícil es pensar en que los poderosos se sensibilicen con la dura situación global que se profundiza cada día en torno a los alimentos.
Esta idea fue reforzada al momento de desconcentrar la movilización. FM Riachuelo entrevistó a Valeria Gracia, integrante de la organización de base Comunidad Agroecológica Milpa, que marcó la cancha: “Somos nosotros los que producimos, no son esas empresas. Nosotros vamos a hacer que la comercialización sea una comercialización popular, que sea un intercambio a un precio justo. Por eso hoy más que nunca la Economía Popular se organiza para producir y comercializar, porque los compañeros podemos comer de lo que producen nuestros propios compañeros”.
No es sólo en el conflicto entre Ucrania y Rusia que suenan los tambores de guerra. El hambre que vive nuestro pueblo expresa una guerra económica librada por los poderes globales a los sectores populares de todo el mundo, y está claro que sin organización y lucha la situación no va a cambiar.