EL HURACÁN REVOLUCIONARIO
CHÁVEZ, LA LLUVIA Y EL HURACÁN BOLIVARIANO
El líder socialista era esperado por una marea humana que llenó siete avenidas para el cierre de campaña previo a los comicios del 7 octubre que lo ratificaron como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela por cuarta vez consecutiva.
Posteriormente, ese 1° de octubre, San Carlos, la capital de Cojedes, se convirtió en el segundo punto de su recorrido. Allí, durante su discurso, hizo énfasis en la recuperación del potencial agroindustrial de los llanos venezolanos para lograr la tan anhelada soberanía alimentaria.
Culminó su primer día de ese periplo en Portuguesa, donde el pueblo agradeció los logros obtenidos.
“Estamos con Chávez de corazón, porque es el candidato de la Patria, del pueblo, de los pobres y de la vida”, expresó Yanetsy Aguilar en declaraciones a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), mientras esperaba junto a su esposo para partir a la concentración que esperaba por el candidato en la carretera Guanare-Barinas, específicamente en el sector Puente Páez, municipio San Genaro de Boconoíto.
Ya el dos de octubre, los yaracuyanos tuvieron la oportunidad de verlo, hablándoles sobre las Misiones y Grandes Misiones creadas por su Gobierno y que han sido determinantes en todo el proceso de cambio que inició en 1998 para beneficiar a las grandes mayorías excluidas durante los gobiernos de la Cuarta República.
De allí salió hacia Barquisimeto, estado Lara, donde llamó a la juventud venezolana a no permitir que le sea arrebatado su futuro por sectores cuyos únicos intereses van de la mano del capitalismo.
Luego de Lara, el día tres de octubre, el Comandante llegó a tierras aragüeñas. Ya auguraba su triunfo. “Hay un solo grito que se oye por toda Venezuela: ¡Gana Chávez el 7 de octubre, eso nada ni nadie podrá evitarlo; está escrito ya!”.
Su discurso fue similar en Valencia, estado Carabobo. Allí recordó los logros y proyectos en áreas como la educación, salud y vivienda.
“Lo que ocurra en Venezuela los próximos 100 años dependerá de lo que ocurra el 7 de octubre”, expresó en la entidad.
¡Tu también eres Chávez!
De esta manera llegó el día más esperado, el 4 de octubre, y el coordinador de movilización y eventos del Partido Socialista Unido de Venezuela, Dario Vivas, le dio la entrada formal para que se dirigiera a la gran marea humana que llegó a la capital venezolana.
Todos los presentes, y quienes lo seguían a través de diversos medios de comunicación, estaban a la expectativa de lo que haría para ofrecer su discurso, debido al fuerte aguacero y, además, porque recordaban que el estado de salud del entonces candidato había tenido fuertes complicaciones tras dos operaciones para estirpar células malignas, además del tratamiento al que estaba sometido para combatir el cáncer.
Sin embargo, como ya era costumbre, su impredecib
le personalidad que no iba para nada con el protocolo de los políticos clásicos hizo que se subiera a la tarima bajo una fuerte lluvia y entonara las gloriosas notas del Gloria al Bravo Pueblo.
Acciones como esas le otorgaron cercanía con el pueblo, cercanía que lo caracterizó desde 4 de febrero 1992 cuando lanzó el recordado “Por ahora”, frase con la que hizo que el pueblo despertara y viera en él una figura que podía guiar un proceso de transformación política y social.
“Gana Chávez el 7 de octubre, porque Chávez son ustedes muchachos, Chávez es la Patria, Chávez es el futuro, Chávez es la alegría”, fue parte del discurso inicial con la que el entonces candidato se dirigió a los presentes y que había marcado sus intervenciones durante su periplo por todo el país.
“Les voy a decir algo, esta avalancha bolivariana que viene recorriendo el país en las últimas semanas, en los últimos días, ahora tenemos que convertirla en una avalancha de votos el próximo domingo”, enfatizaba a sus seguidores para lograr la tan anhelada victoria.
Para él, lo que debía pasar ese domingo 7 de octubre debería ser igual a la resistencia de los pueblos indígenas a las colonias europeas, igual a lo hech0 por Bolívar y los héroes de la gesta independentista, así como las luchas sociales posteriores a estas fechas contra el nuevo imperio, el estadounidense, y las pretensiones de las grandes corporaciones que eran las que imponían modelos económicos que no favorecían a las grandes mayorías.
“Nos costó mucho llegar aquí en 500 años de batalla, de 1492 a 1992, 500 años de lucha y cuando terminaba el siglo veinte nosotros salimos de una especie de muerte colectiva, a pesar de tanta luchas. Terminando el siglo veinte , Venezuela se levantó como Lázaro y aquí estamos en el 2012. Venezuela hoy está viva y camina y corre”, resaltó.
Por esta razón, para Chávez el 7 de octubre se jugaba “la vida de la Patria” que había recuperado el derecho a la alimentación, donde los pobres salían de la miseria, que había recuperado el derecho a la salud, y otros tantos derechos fundamentales negados a los venezolanos durante todos los años de la denominada Cuarta República.
“Y eso se debe a las políticas del Gobierno Revolucionario y al trabajo de todo el pueblo, la Gran Misión Mercal por ejemplo ¿quién no se ha beneficiado aquí de la Gran Misión Mercal?. Barrio Adentro. Aquí no había médicos para el pueblo, ni salud para el pueblo, hasta que llegó Barrio Adentro ¿ustedes creen que un gobierno del majunche impulsaría Barrio Adentro?”, preguntó a los asistentes.
Pero esa claridad no lo apartó de su humildad para reconocer que pudo haber cometido errores. Sin embargo, en cada discurso siempre dejó claro que jamás traicionaría la confianza depositada por el pueblo.
“¿Acaso les falló Chávez a ustedes el 4 de febrero? ¿Acaso Chávez de Presidente se dejó doblegar por el imperialismo? Ustedes saben que varias veces incluso he estado a punto de morir por ser fiel al pueblo venezolano, y ese es mi camino, yo no les fallaré, seré fiel para siempre al pueblo de Venezuela.”, resaltó.
Esa fidelidad era compartida por sus seguidores quienes durante toda la actividad repitieron “¡Uh, ah, Chávez no se va! ¡Uh, ah, Chávez no se va! ¡Uh, ah, Chávez no se va!”, como especie de pacto para sellar lo que sucedió tres días después cuando las fuerzas revolucionarias y su candidato se alzaron con la victoria superando los ocho millones 191 mil 132 votos, obteniendo una ventaja de superior a 10 por ciento con respecto a su más cercano adversario, Henrique Capriles Radonski, quien representaba a la coalición de derecha nacional e internacional.
VÍCTOR LARA QUINTEROS-HOY VENEZUELA/PRODUCCIÓN RIACHUELO